VISITAS AL HUERTO JARDÍN

 

Huerto Jardín La Alquería, otro modo de conocer la cultura popular de La Alpujarra

La Asociación Cultural Acerobo abre al público este huerto jardín como espacio de conservación, investigación y educación ambiental que refuerce la cultura de La Alpujarra y sea testimonio de oficios y cultivos tradicionales que escapan a la experiencia directa de las nuevas generaciones de nuestra comarca.

Este lugar, además de su riqueza botánica, sobresale por la importancia de su entorno, ya que está situado junto al río Adra y en la vega de La Alquería, cuyo paisaje agrario es parte fundamental de la identidad histórica de Adra. 

 

 

El Huerto Jardín La Alquería cuenta con tres entradas: Puerta de la Calle Real, Puerta de Las Ánimas, y Puerta del Pago del Limón, además de una pequeña cancela que daría paso al jardín romántico llamada Puerta del Ciprés.

La Puerta de la Calle Real está situada en la calle principal de La Alquería. Si subimos por esta calle unos 500 metros, encontramos el Área Recreativa Fuente de La Parrona, que cuenta con bancos y mesas, así como columpios para los niños. Este lugar es punto de partida de la ruta senderista circular La Alquería, que tiene una distancia de 8,35 km, un tiempo aproximado de 2:45 horas, un desnivel de 200 metros y una dificultad media.

 

Esta entrada es el principal acceso al Huerto Jardín. Tras atravesar su umbral, recibimos a los visitantes en un acogedor patio rodeado de vegetación que da acceso a la sede de la Asociación Cultural Acerobo. En sus dependencias se encuentra el Centro Guadalinfo CAPI La Alquería, englobado dentro del proyecto de la Junta de Andalucía “Red Guadalinfo”.

Igualmente, este espacio es escenario de una variada oferta de actividades formativas y culturales (conciertos, teatro, folclore, talleres y exposiciones) que son programadas a lo largo de todo el año, lo que nos permite disfrutar también de las transformaciones del Huerto Jardín en cada estación.

 

El patio es el punto de partida de un bello entramado de senderos empedrados que recorre la parte superior del Huerto Jardín, donde el visitante podrá realizar un ameno recorrido por la historia de La Alpujarra a través de plantas como la morera, el almez o el agriaz, árbol que se plantaba en la proximidades de los cortijos con objeto de disponer de ramas para los astiles de las herramientas o para sustituir palos de las techumbres, ya que es un árbol de crecimiento rápido. De esta forma iremos descubriendo rincones con mucho encanto, como el patio de la alberquilla, rodeado de parterres con plantas aromáticas y culinarias muy presentes en la gastronomía tradicional de nuestra comarca.

 

La terraza superior, que cuenta con una interesante colección de plantas crasas en macetas, a la vez que podemos disfrutar de una vista panorámica de la sierra, salteada de antiguos cortijos, bosque de pino carrasco y restos del pasado industrial, como la Fundición de Plomo San Luis o la Fábrica Azucarera Nuestra Señora de la Aurora.

La Puerta de la Ánimas debe su nombre a la pequeña ermita que hay junto a esta entrada. A partir del proceso de repoblación abierto en 1570, y especialmente en el siglo XVIII, se implantan cofradías que fomentan la oración por los difuntos y se levantan ermitas de Ánimas por toda la geografía alpujarreña.

En tiempos más recientes, y con objeto de recabar fondos, los miembros de la hermandad de las Ánimas de La Alquería iban de casa en casa por Navidad cantando una copla que tiene la siguiente estrofa:

A las Ánimas benditas

no se les cierra la puerta;

se les dice que perdonen,

y ellas se van tan contentas.

 

 

La puerta del Pago del Limón da a la rambla. Si bajamos por ésta unos 200 metros. llegamos al río Adra, donde se puede disfrutar de la vegetación de ribera (acerobos, álamos, tarajes, sauces arbustivos, adelfas, jaras, madreselva…) y del correr de sus aguas durante todo el año. Allí crecen diferentes plantas acuáticas, como juncos, espadañas, carrizos, culantrillos, etc.

Por esta puerta del Pago del Limón entraremos a la zona más baja de nuestro huerto jardín, que tiene un marcado carácter tradicional y conserva las antiguas acequias de riego y los balates, vetusta técnica de construcciones con piedra seca. Cuenta también con arquitecturas artísticas que rinden homenaje a las construcciones populares de La Alpujarra.  

Este espacio es un vergel donde conviven frutales, flores, hortalizas y plantas aromáticas que ya cultivaban los andalusíes, frente a la clásica trilogía cristiana de trigo, carne y vino. Los andalusíes crearon nuevos hábitos alimenticios e introdujeron frutales que están muy presentes en nuestro huerto jardín: platanera, albaricoque, ciruelo, manzano,  melocotonero, membrillo, granado, almendro, azofaifo, naranjo, limonero, mandarino, níspero, melocotonero, parra, etc.

Las buenas mañas hortícolas de los hispano-musulmanes también nos legaron diferentes técnicas y cultivos de temporada según la estación del año, como pepino, sandía, melón, haba, nabo, calabaza, ajo, alcachofa, cebolla, zanahoria, acelga, espinaca, habichuela verde, azafrán o la berenjena, que llegó a ser tan apreciada en Al-Andalus que a los almuerzos de mucho bullicio y gentío se les llamaba berenjenales. Otra planta introducida en la península ibérica por los musulmanes y también presente en nuestro huerto jardín, es la caña de azúcar, cuyo cultivo se inicia en Adra en la segunda mitad del siglo XVI con un marcado carácter industrial, convirtiéndose un pilar económico muy importante hasta mediados del siglo XX.

Podemos encontrar un pequeño olivar, un viejo ejemplar de taraje y plantas procedentes de otros lugares del mundo, especialmente de América: tomates, zapote, cardos, carambolo, guayabo, paraguayo o los figüelos, que se sembraban entre el maíz para que este sirviera de tutor por el que se enredaba la mata. También el boniato, cuyo cultivo es bastante curioso, ya que el tallo se siembra en grandes caballones, haciéndoles una pequeña poza para regarlos con mucha frecuencia hasta que enraízan. Las apreciadas patatas, “papas”, de La Alquería, cuya siembra se puede entender casi como una creación artística, pues partiendo del terreno labrado y tableado, se obtiene una composición geométrica de luces y sombras. Es decir, a partir de una superficie plana, con ayuda de las azadas se van abriendo con gran maestría los surquillos, donde se depositan las tajadas de papas cortadas la noche anterior. Cada tajada de papa cuenta con una yeta o más por donde enraizará la nueva planta. Estas se cubren con la tierra y se van formando las melgas con largueros o los caballones moros. Las papas de verano se siembra utilizando las papas menudillas de la cosecha anterior.

Si accedemos al Huerto Jardín por la Puerta de las Ánimas lo haremos a través de una vereda que transcurre entre un muro y un cañaveral (Arundo donax). Hasta no hace mucho  tiempo esta planta, también introducida por los musulmanes, estaba totalmente controlada por la infinidad de usos que tenía: utensilios domésticos, juguetes de elaboración casera, instrumentos musicales, construcciones de viviendas y en la agricultura. El otro lado de la vereda está bordeado por un muro cubierto de hiedra, un espacio sombrío y fresco que nos lleva al pie de una gran higuera, donde se encuentra la escalera del ciprés que une los bancales bajos con la parte más alta del huerto jardín. También en este nivel encontramos el corral, el gallinero, el compostero y un pequeño estanque con plantas acuáticas, como la enea fina (Typha dominguensis), utilizada para el enredo del asiento de sillas. Si subimos la escalera encontramos un pequeño mundo vegetal de espectacular belleza, macizos de flores que aportan colorido, árboles, arbustos y plantas de todo tipo, combinadas e integradas estéticamente en este recinto botánico, en el que existen carteles con información botánica de las especies vegetales y animales, especialmente de las aves que se congregan habitualmente en el Huerto Jardín.

 

Si desean disfrutar de lo maravilloso que puede ser la cultura vegetal y relajarse en este espacio, puedes concertar una visita guiada por el Huerto Jardín y el entorno de La Alquería. Te aseguramos que descubrirás muchísimas anécdotas y curiosidades de nuestra historia.

Puedes contactar con nuestra asociación a través del email: acerobo@hotmail.com o llamando al teléfono 661 24 92 98.